Escrito el: 26 de Mayo de 2004 , 12:52 | IP registrada

UNA VIDA NUEVA

Desperté..........., estoy desorientado de ingresar nuevamente en este mundo........, hace apenas tan poco.........

El camino por el cual anduve para encontrar la gran puerta, muy importante y atractiva,  fue fantástico.

Todavía continúo sentado en el borde de la cama mirando abstraído hacia cualquier parte. Todo luce diferente esta mañana. Un brillo singular y repentino me devuelve un panorama único y uniforme. La vida luce deslumbrante. Hasta ayer parecía una caja vacía, sin sustento, y ahora siento que estuviera llena de esperanzas y nuevos sueños.

Pero, ustedes no alcanzan a comprender que fue lo que me sucedió. Trataré de explicárselos.

Ayer, como todos los sábados, fui a bailar con mis amigos. La noche transcurría con total normalidad. Aproximadamente a las tres decidí deambular por el recinto, sin el acompañamiento acostumbrado de mis amigos. Durante ese breve periplo tropecé sin querer con una persona. Y como no la había observado pensé “qué torpe”. Mas cuando iba a decirle “¿Por qué no te fijás por donde caminás?”, pude contemplarla. El rubor acentuó mis pálidas mejillas al ver esa rosa que relucía por encima de esa maleza que ofrecía la muchedumbre. Era la mujer más bella que había visto jamás.

Cuando pude pronunciar palabra, dado que su mirada me había dejado perplejo, me disculpé sin que existiera motivo alguno. Se rió y entonces aproveché para expresar mi envite. Salimos a bailar y estuvimos alternando música y charla por más de una hora.

Mis ojos se posaron en su boca que no ofreció resistencia para juntarse con la mía.

La invité a mi casa. Pasamos a mi habitación. Nos desvestimos y fue entonces cuando pude comprobar la perfección de lo que ya había intuido.

Nos amamos reiteradas veces hasta quedarnos dormidos. Ella lo hizo primero, pues no podía evitar contemplar el tenue movimiento de su pecho, anteriormente avasallante.

Los primeros rayos de la nueva alborada se confundieron con aquella voz que me decía: - “Mi amor, despierta. Mira que hermoso día la vida nos ofrece. Aprovechémoslo”.

Cuando abrí los ojos, vi un resplandor intenso que me cegaba, y comprendí que no era el sol el que brillaba con fuerza inusitada. Era todo su amor que mi existencia iluminaba.

La puerta grande e imponente se abrió nuevamente esta mañana, y el halo de su presencia invadió otra vez nuestra eviterna morada.