Escrito el: 26 de Mayo de 2003 , 21:12 | IP registrada
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Hasta el pasado 25-M era un abstencionista en estado puro. Sigue sin interesarme lo que se cuece en la arena política y me parece bochornoso el lamentable espectáculo que ofrecen la mayor parte de los políticos en elecciones, algunos convertidos en auténticos fósiles que una vez cada cuatro años bajan al terrenal mundo para abrazarnos y besarnos con la misma verborrea descerebrada con el que venderían detergentes.
Ya sé que pesa demasiado la sangre derramada en este país y los 40 años de dictadura como para que unos cuantos irresponsables abstencionistas traten de desprestigiar este sistema de falsa democracia.
No sé si por el sentimiento de culpa que me embargaba o por la necesidad de desterrar a los políticos que nos gobernaban, acudí el pasado 25-M a mi colegio electoral como “cordero de camino al matadero”. Y, afortunadamente, elegí la mejor opción posible, al menos eso creo, porque no obtuvo representación alguna. Ni pizca del mojón.
Hubiera llevado fatal ver gobernar a alguien del que me sintiera responsable. Si mi candidato hubiera pactado con tipejos de arenga nebulosa como José Moratalla o Jesús Valenzuela, es muy probable que me hubiera cortado las venas. Si la derrota de la izquierda ha servido para jubilar al candidato socialista y a su homólogo chotoanadalucista, bienvenida sea.
Con Torresgan (PP), esa mezcla de Tom Hanks, en su versión más cándida, y de sheriff inmisericorde que acreditó como delegado de Gobierno de Andalucía, se abre un nuevo periodo gris de gobierno local en Granada donde la mediocridad de nuestros gobernantes seguirá presidiendo la noble casa consistorial.
Menudo papeleta....
__________________ Desde el desván de Bin Laden
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